En este juego, cada jugador recibe un juego de cinco vasos de plástico, cada uno de un color diferente; Se baraja una baraja de 24 cartas y se coloca boca abajo en el centro de la mesa junto a la campana. Un jugador voltea la carta superior, que representa objetos de colores (trenes, pájaros, vasos, etc.) apilados vertical u horizontalmente, luego todos intentan recrear esta secuencia de colores con su propio juego de vasos. El primer jugador en hacerlo golpea la campana, se deleita con el “ding” que alegra el alma y luego (si es correcto), reclama la tarjeta. Luego, alguien revela la siguiente carta y los jugadores comienzan a barajar las copas una vez más.
Una vez que se hayan reclamado todas las cartas, ¡el que tenga más cartas gana!