Carcassonne se ha convertido en todo un clásico de los juegos de mesa que ha cautivado al mundo entero por su sencillez y por la novedad que supone cada partida.
Los jugadores eligen tiles que representan ciudades, caminos, monasterios y campos; cada nueva ficha colocada crea un tablero en constante expansión en el que los jugadores pueden agregar a sus seguidores. Los jugadores obtienen puntos al tener seguidores en las funciones a medida que se completan. El jugador que haga las ubicaciones más estratégicas de fichas y seguidores obtendrá la mayor cantidad de puntos y ganará el juego.